Libros




Se venden niños



Oficialmente ya suman 25 los niños desaparecidos de albergues en México: once en Cancún, once en el Distrito Federal y tres en Monterrey, aunque el número real es indeterminado. El tema explotó en los medios de comunicación cuando Brenda Bernal Hernández escapó del cautiverio que padecía en el Refugio de Amor en Monterrey apenas el año pasado. A la vez, Ardelia Martínez dio a conocer que su nieta, Ilse Michel, había desaparecido en noviembre de 2008 del albergue Casitas del Sur del Distrito Federal. La noticia dio la vuelta al mundo.



Sanjuana Martínez entrevistó para este libro a las madres y familiares de los niños desaparecidos, además tuvo acceso a los expedientes judiciales del caso y obtuvo las pruebas documentales, grabadas y auditivas, que relacionan directamente a la Iglesia Cristiana Restaurada con los albergues donde autoridades del DIF y la Procuraduría canalizaron a los menores. Enel centro de la historia se encuentra Jorge Erdely Graham, fundador de ese movimiento religioso, convertido ahora en una secta que adoctrina a los internos de los albergues que mantienen a su cargo.
¿Qué falló? ¿Por qué nadie hizo nada en su momento? ¿Porqué cada funcionario al que acudían las madres angustiadas decía "Eso no nos corresponde"? ¿Cuánto vale para las instituciones la vida de un niño desprotegido? ¿Dónde están los niños perdidos de Erdely?

Periodismo incómodo. 
La entrevista reveladora


“Las mujeres periodistas, dice Sanjuana a una reportera que la interroga, somos las que seguimos librando las batallas más duras en este momento…” y en el ambiente flota la memoria de las voces de los desaparecidos forzosamente por militares a lo largo de 30 años, las frases de los menores de edad abusados sexualmente por empresarios, por curas.









También, se vuelcan a la memoria las declaraciones que obtuvo por teléfono del sacerdote pederasta Nicolás Aguilar, quien fue acusado de violar a más de 90 menores durante su ejercicio clerical en México y Estados Unidos, pero que dijo: “Exageran, no fueron 90 niños”.









Sin embargo, Sanjuana conserva unas cuantas esperanzas, porque el libro, que habla de la impunidad, ilustra no únicamente la injusticia --con las respuestas de Carlos Salinas de Gortari desde Dublín, el cinismo con la maestra Gordillo hablando en la sala de su residencia de lujo en Estados Unidos—, también habla de dichas. 

Una de ellas, la del recién fallecido poeta uruguayo Mario Benedetti, entrevistado por Martínez nueve años atrás, donde relata dos anécdotas que seguramente lo acompañaron hasta la tumba, ambas vividas en Guadalajara: la primera, lo convirtió en testigo del reencuentro de una pareja divorciada que se volvió a casar, convencidos por los poemas de Inventario, y la otra, cuando prestó oídos a un joven que le dijo: “Leí Inventario, y como resultado, no me suicidé”.

O la del escritor portugués José Saramago, quien le aseguró a Sanjuana haberse enamorado en el instante adecuado: “La conocí a los 64 años, en un momento en que ya no esperaba nada, no esperaba mucho, pero de pronto te llega algo de lo que nunca has tenido durante esos 64 años”.

Y Sanjuana abriga su dicha en la de ellos. Quien lee los testimonios que a lo largo de las 31 entrevistas de Periodismo incómodo: la entrevista reveladora, da cuenta de ello. Cada personaje, simboliza una estrategia distinta, un lugar diferente pisado durante su etapa como corresponsal de Proceso en España.

Sanjuana sabe de la dicha que, a veces de manera absurda, para cualquier periodista significa un intercambio de negativas, o en un mejor caso, una conversación de apenas cinco minutos. Para ella, cualquier periodismo que no sea incómodo, es mera propaganda.  

Nancy Betán Santana



Verdades que no mueren: 


periodismo combatiendo la censura






"es el más valioso libro de Sanjuana Martínez. Es el reconocimiento que sus lectoras ofrecen a su carrera. Estamos ante un ejercicio de reciprocidad conmovedor: de un lado está el arriesgado trabajo de la periodista, que entrega a la sociedad sus esfuerzos, su dolor, su fascinación; del otro lado, efectivamente, está la gente, que le responde. Ante las torres de mentiras y de infamias que se construyen todos los días desde el periodismo vulgar, a una voz profunda y brava, como la de Sanjuana, se le abraza como a una sobreviviente. Ryszard Kapuscinski nos dice que un periodista gana estabilidad cuando las audiencias lo identifican y esperan de él o de ella un buen producto. ¿Qué podríamos decir de una periodista a la que sus lectoras le editan un libro?



Producido por Alianza Feminista de Nuevo León, Verdades que no mueren: periodismo combatiendo la censura es el rescate de 65 artículos publicados por Sanjuana Martínez en su columna semanal Abocajarro, que fuera censurada luego de año y medio de publicarse en el diario Milenio, en Monterrey. La reacción de los lectores y lectoras de Sanjuana al cierre inexplicable de su columna dejó perplejos a muchos y sentó un precedente en la Ciudad: las lectoras y lectores no somos entes pasivos, ni vasos receptores. Todo lo contrario. Hasta las puertas del consorcio llegó un plantón ciudadano y por correo electrónico se circuló una acción urgente que instaba a cuestionar a la entonces directora editorial del diario, la salida de la periodista. De las reuniones ciudadanas convocadas a raíz de la desaparición de la columna, surgió la idea de editar este volumen, que es un esfuerzo financiado totalmente por ciudadanas feministas de Nuevo León.
Este libro contiene las primeras columnas de opinión de Sanjuana Martínez. Dedicada por completo al periodismo de investigación o a las entrevistas, Sanjuana no había incursionado en este género. Sin embargo, la destreza con que se maneja en cada una de estas entregas semanales, el magistral manejo de información y la amenidad con que desarrolla cada uno de sus temas nos sugiere que la autora se encuentra gozando esta nueva etapa de su carrera. Algunos de los textos aquí compilados se han convertido ya en clásicos para la sociedad regiomontana, porque como oriunda de Monterrey, Sanjuana destapa muchas de sus inéditas reflexiones entorno a la cultura local. Otros textos acompañarán por siempre a movimientos sociales y a defensores de derechos humanos; otros le pusieron nombre a nuestra indignación ante el uso de la política nacional y local para beneficio de privados; algunos más nos mostraron, generosos, a la autora con las puertas abiertas, vulnerándose ante sus lectores, escribiendo desde su corazón.
Verdades que no mueren... es también un homenaje ciudadano a estos más de 20 años de ejercicio profesional. Sólo Sanjuana sabrá lo que costó esconderse detrás de un muro por horas para sorprender al personaje con su grabadora; sólo ella sabe lo que es acusar de encubridor de pederastas al Cardenal primado de México Norberto Rivera Carrera, sólo ella sabe qué se siente empacar para partir rumbo a la guerra dejando en casa a sus amores; sólo ella sabe lo difícil que pudo ser defender a sus textos de la mutilación, de la congeladora o de la censura descarada. Tal vez por eso es que no todas las empresas le aguantan el paso a esta trotamundos, a la "lanzallamas" , como le apoda su gran amigo Joaquín Hurtado. La ardorosa entrega de Sanjuana al periodismo responde no sólo a una vocación ineludible, de entraña, sino a su convicción de que, cruzando la línea, estamos muchos esperando su trabajo. Sanjuana es una mujer de fe en la sociedad civil, eso la diferencia de muchos otros colegas. La periodista escribe conciente de los lectores y lectoras exigentes que la siguen, que no temen a la verdad descarnada, que no se cuecen al primer hervor; que son suspicaces, tienen sentido del humor y una tremenda capacidad para indignarse ante la injusticia. Pero su compromiso mayor se sume en los ojos desorbitados del palestino que mira en lo que fue su casa sólo cascajo y desolación; en la voz de Ernestina Ascencio Rosario que nunca pudo escuchar; en el silencio que sigue envenenando a tantas víctimas de pederastia. Ese doble compromiso, aunado a su talento y a su bondad de ser humano, la han llevado a cosechar no sólo premios nacionales e internacionles, sino el mayor de los prestigios, la cada vez más rara, legitimidad social."
Ximena Peredo


Prueba de Fe

La red de cardenales y obispos en la pederastia clerical



La red de cardenales y obispos en la pederastia clerical es un libro de denuncia sobre al menos dos prominentes dirigentes católicos en México: los cardenales Norberto Rivera Carrera y Juan Sandoval Íñiguez.

El primero porque después de los escándalos de pederastia en México y Estados Unidos, ahora aparece en su contra nueva evidencia: los abusos sexuales contra el niño Jesús Romero Colín por el sacerdote Carlos López Valdés, lo que resulta en la implicación de varios obispos y el cardenal Rivera para impedir a toda costa que su caso sea juzgado en tribunales mexicanos.

En el caso de Sandoval Íñiguez, es el responsable de la “Casa Alberione” en Jalisco, una clínica especializada en atender los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica. El libro es un informe pormenorizado de esa red para la que, fuera del marco civil, las propias leyes eclesiásticas tienen un “código secreto”: un espacio para acallar la pederastia clerical.

Como el propio Sandoval Íñiguez reconoce aquí: “No van a faltar escándalos en el clero, estamos haciendo la lucha por portarnos bien, en ser un ejemplo del pueblo de Dios, pero no faltarán escándalos, ahora y después y hasta el fin de los siglos”.



El valiente libro de Sanjuana Martínez reabre la herida: aquí las principales víctimas son niños menores de 13 años.


La pederastia no se cura como si se tratara de una enfermedad pasajera. Estando en esa situación no se tiene control afectivo y se pierde toda referencia ética en la planeación y realización de acciones. Estudios de crímenes en serie demuestran que los agresores justifican de manera patológica sus delitos. Son psicópatas que crean en su mente cuadros pseudomorales para justificar un conjunto de barbaridades. Por eso hay que reportarlos, aunque nos dé vergüenza. Una de nuestras misiones, como la de los profetas, es anunciar la vida y denunciar todo lo que la daña.

Obispo RAÚL VERA LÓPEZ en el prólogo


Manto Púrpura.
Pederastia clericalen tiempos del cardenal
Norverto Rivera Carrera




¿A cuántos curas pederastas ha protegido el manto púrpura del cardenal Norberto Rivera Carrera? Un hecho escandaloso e inédito: el cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México
Sanjuana Martínez hace un recorrido escalofriante, puntual y detallado de este caso que le ha estallado a México frente a sus ojos. A través de una rigurosa investigación y documentos reveladores, la autora desentraña una historia vergonzosa: la pederastia del cura Nicolás Aguilar, quien abusó de casi noventa niños y ha sido encubierto por el cardenal Norberto Rivera. A partir de este caso, la autora nos enfrenta a un hecho que no podemos dejar de ver en el México moderno: la pederastia clerical, un mal tan vivo como quienes lo practican.

A la infamia de la violación sexual se añade la del encubrimiento. En Manto púrpura -escrito con el estilo recio y afilado de Sanjuana Martínez-, la autora nos revela un escándalo que se duplica cuando responsables eclesiásticos como el cardenal Norberto Rivera, en lugar de haber expulsado a los culpables de los abusos, los encubrieron y protegieron, ampararon y defendieron. Manto púrpura es un libro valiente y comprometido que conmocionará a toda la sociedad mexicana.
 


La Cara oculta del Vaticano


Es un secreto a voces que el Vaticano se encuentra en decadencia. La muerte del Papa Juan Pablo II abrió un nuevo panorama que parece no ser alentador, aunque también se vislumbren señales de esperanza. Joseph Ratzinger, implacable perseguidor de los teólogos «disidentes», adquirió notoriedad por su intransigencia en asuntos tales como la libertad de las iglesias locales, el divorcio, el aborto, la investigación con células madre, el uso de anticonceptivos o el celibato, pero también por su tolerancia con los escándalos sexuales de la Iglesia y por su proximidad a los grupos católicos más reaccionarios. «La Iglesia del tercer milenio necesita un Papa del tercer milenio», escribe Sanjuana Martínez, reconocida periodista mexicana, en La cara oculta del Vaticano, haciendo recuento de las grandezas, miserias, secretos y misterios de la mayor institución de nuestro tiempo, así como de los desafíos que la iglesia católica y el panzerkardinal Ratzinger, ahora convertido en Benedicto XVI, debe enfrentar y resolver de cara al futuro si desea continuar siendo el pilar espiritual de millones de fieles.
Célibe y casto, Karol Wojtyla protegió a los sacerdotes, párrocos y obispos pederastas, escándalo que sin su voz condenatoria nadie mitiga. Predicó el amor, pero no le fue suficiente para batallar por la justicia. Ante sus ojos convivieron sin alteración alguna el bien y el mal, amantes en pugna sin fin.
Al Papa santo, que así ya se le llama, lo sucedió su sombra: Ratzinger, sombra que se hizo cuerpo y poder divino. Así seguirá la historia y el trabajo de quienes, como Sanjuana Martínez, arden por mirarla de frente.